Existen ciudades, que al menos una vez en la vida hay que visitar…¡y Roma es una de ellas! Hay quien viaja motivado por la cultura, otros por ver paisajes, quizá seas de los que lo hacen por comer, o a los que les encanta empaparse de historia… a mí simplemente me apasiona descubrir rincones secretos que me alejan del bullicio y me permiten conocer cómo viven realmente los autóctonos.
Levantarse en Roma y poner un pie en la calle, es empezar la aventura de buena mañana! El sonido de los coches, los claxons de las vespas y el tono alto al hablar de los romanos…hace que pronto te sientas inmerso en la ciudad! Una muy buena opción para empezar el dia y coger fuerzas es el bar Fondi, cerca de la estación de Termini. Si quieres encontrar el mejor equilibrio de café, azúcar y crema en un capuchino, acompañado de la mejor de las sonrisas…¡sin duda te sorprenderá!
Es hora de visitar la antigua Roma. Realmente es muy fácil ir siguiendo las indicaciones sobre dónde encontrar todos los monumentos, ruinas y museos de la ciudad eterna. Pasear por sus calzadas es transportarse a aquella época del imperio es su esplendor e imaginarse con una túnica y una tiara, en la más bella época de la urbe!!
Reponer fuerzas por el centro es muy sencillo, si no queremos perder mucho tiempo, la mejor opción es una pizza al taglio…y Bonci es siempre una elección segura. Pero si queremos visitar el pintoresco barrio de Campo di Fiori, cruzando uno de los puentes que atraviesa el Tiber te encontrarás con uno de los distritos más auténticos de Roma. Tendrás que hacer un poco de cola, pero pedirse una porción de pizza en el forno Campo de Fiori, realmente merece la pena. Aunque si en cambio eres de los que te gusta sentarte a disfrutar, puedes buscar La Frascheta de Roma, La Antica Norcineria Viola o el Bacanale Ristorante…no quedarás indiferente a sus sabores!
¡Atardece! y no se me ocurre mejor plan que subir al Jardino de Gli Aranci, situado en una de las 7 colinas que forman el corazón de Roma. Desde allí podrás contemplar como el naranja del sol refleja en la cúpula del Vaticano y en cada rincón del skyline romano. Te aseguro que es una de esas imágenes que guardarás en tu retina para el resto y, si no lo crees, toma nota de la foto principal de este artículo.
Tras una ducha reparadora, es tiempo para el “Aperitivi”. En Italia es todo un ritual beberse un spritz y picar algo antes de cenar, es la excusa perfecta para hacer un poco de vida social! La ciudad está repleta de lugares, pero il Quartieri Monti es perfecto para rodearse de un ambiente frecuentado por romanos, lleno de galerías de arte, jóvenes diseñadores y locales cools como el Ai Tre Sacalini, el Black Market o la Librería Caffè Bohemien.
Por último, es indispensable no irse de Roma sin probar unos carbonara, ¡su plato estrella! Trastevere es un barrio mágico de calles estrechas y adoquinadas envuelto de misterio y esencia que hacen que sentarse en la trattoria Gli Amici a saborear un exquisito plato de saltimboca a la romana, unos carciofi o una amatriciana acompañados de un buen vino sea uno de los mayores placeres para ponerle el broche a un día perfecto.
Y si somos de los que no nos vamos de un sitio sin saber cómo es la ciudad de noche, el mismo Trastevere nos ofrece una gran variedad de locales en los que tomarse un cocktail, escuchar música en directo o simplemente bailar hasta que el cuerpo aguante! Sin duda alguna Roma es sencillamente Imperial, no solo por la gran historia que la rodea, sino por la huella que deja cuando la visitas.
Por Paula, Adventure Advisor en Waynabox
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