48 horas en Lisboa

Lo estabas deseando desde el momento en que hiciste tu reserva Waynabox. Llega el día y salta una alarma: ¡tienes un nuevo email! Abres el correo y: ¡Lisboa! Ese viaje sorpresa está a la vuelta de la esquina, exactamente a dos días. Y como sabemos que el tiempo aprieta y todavía tienes mil cosas que hacer -desde preparar la maleta, hasta hacer la lista de todas las personas que quieren que les traigas pastelitos de Betlem- te ayudamos a organizar tu escapada perfecta con una guía del mejor planning para hacer durante tus 48 horas en Lisboa. ¡Toma nota!

Día 1

Mañana. La mejor forma de conocer Lisboa es a través de sus barrios. Los cinco más característicos son La Baixa, El Chiado, El Barrio Alto, La Alfama y Belém. Comenzamos con La Baixa, el barrio más céntrico que te permite descubrir la historia de la ciudad. La Praça Do Comerço es el mejor punto de partida y uno de los sitios más emblemáticos. Tras verla, toma la Rua Augusta y paséala hasta la Praça Rossio. Toma el Elevador de Santa Justa y disfruta de tus primeras vistas panorámicas de Lisboa y termina en el mirador de San Pedro Alcántar. Tras sacarte unos cuantos selfies, toma el Elevador da Gloria y baja a la Avenida Libredade para llenar el estómago. ¿Dónde comer? Gambrinus, comida tradicional a muy buen precio.

La imperiosa Praça do Comerço, el centro neurálgico de la ciudad

El Elevador Santa Justa, donde descubrir bellas vistas de Lisboa

Tarde. Es momento de dejarse caer por el Castelo de São Jorge y perderte entre sus murallas. Para llega hasta él, aprovecha y ¡coge uno de los clásicos tranvías de Lisboa! ¡Imperdible! Desde el castillo podrás disfrutar de unas fantásticas vistas de la ciudad. Una vez allí, toca descubrir  La Alafama, el barrio de los pescadores. Es una zona de callejeo constante y el lugar donde se establecieron los árabes durante la ocupación de la Península. Date un buen paseo y no te pierdas sus fantásticas tascas, idóneas para tomar una cerveza o una copa de vino antes de ir a cenar.

Las callejuelas de Alfama, el barrio de los pescadores

Noche. El mejor sitio para vivir la Lisboa noctura es El Barrio Alto. De aire antiguo y pintoresco, es un buen sitio para ir a cenar y, sobre todo, de copas. Y si la noche se alarga y el cuerpo pide fiesta, no os podéis perder Lux, la discoteca con más reputación. ¿Dónde comer? Tasca Do Manel.

Día 2

Mañana. El segundo día comienza con un encuentro muy dulce: una visita a Os pasteis de Belém, la pastelería que cuenta con los mejores pastelitos de Belém, los más famosos de Lisboa (y Portugal). Toma asiento y disfruta de ellos para cargar energías de buena mañana. Continúa visitando el barrio: pasa por el Monasterio de San Jerónimo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y concluye visitando la Torre de Belém, considerado Patrimonio Cultural. Desplázate hasta el Museo de Arte Antigua, pero antes de entrar, pararemos a comer. ¿Dónde comer? Aprovecha la comida-bufet del Jardín del Museo, con unas vistas al Tajo impresionantes.

La pastelería Pastéis de Belém es un muy buen sitio para desayunar ¡y llevarse un recuerdo a casa!

La Torre de Belém, de visita gratuita

Tarde. Ahora sí, con el estómago lleno ya estáis preparados para ver algunas obras famosas, como Las Tentaciones de El Bosco o lienzos de Zurbarán. Después, visita el Parque de las Naciones, una de las construcciones de la Expo del 98. Aquí está el Oceanario de Lisboa, aunque si lo vuestro es pasear este es el mejor momento para deambular por la zona del puente Vasco de Gama, de ¡17km de longitud! Y antes de regresar al hotel en busca de las maletas… parad por la Avenida Liberdade y tomad una copa de Oporto (sí, aquí también hay) en uno de sus seis quioscos.

Una última copa en alguno de los quioscos de la Avenida Liberdade

Noche ¡Adiós Lisboa! ¡Hasta pronto!

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