11 curiosidades de Amsterdam que te sorprenderán

Te contamos 11 curiosidades de Amsterdam que, sin duda, querrás conocer:

1. El misterio de las tres X

Vayas por donde vayas, el símbolo XXX te persigue por todo Ámsterdam. Y te preguntas, ¿de qué va esto? Pues lo cierto es que ni los propios holandeses lo tiene claro y hay varias teorías al respecto. Una leyenda cuenta que se debe a que el apóstol San Andrés, patrón de la ciudad, murió en una cruz en forma de equis. Otra señala que cada X representa el valor, la determinación y la misericordia, los tres adjetivos con los que la Reina Guillermina de los Países Bajos definió la ciudad. Lo que está claro es que no tiene nada que ver con cierto género de películas… 😉

2. Casas muy, muy estrechas

Cuando uno visita la ciudad por primera vez, se impacta ante esta imagen. Esto es debido a que fue en el siglo XVIII cuando se determinaron los impuestos de vivienda en función de la anchura de las casas. Por esa razón se comenzaron a construir tan estrechas… y hoy en día se mantiene.

3. Casas inclinadas… ¡y con ganchos! 

Las casas se construyen ligeramente inclinadas hacia adelante y con un gancho en la cima por una razón: las casas son tan estrechas (lo que hemos explicado) que hace imposible subir cualquier mueble a los pisos. ¿La solución? Ese “gancho” sirve de polea para subir los muebles a cualquier piso. Pero… ¿y la inclinación? Más que nada, para evitar que los muebles se “estampen” en ventanas ajenas 😛

4. Los famosos esquineros

¿Vas por la calle y ves en una esquina una cosa rara apoyada en la pared? Pues si eres hombre y tu vejiga te pide a gritos un baño, no se te ocurra vaciar rápido sobre ellos o acabarás empapado. En efecto, es una medida del ayuntamiento para evitar que los hombres orinen en las esquinas… y así preservar el bien de las calles.

5. No existe la línea número 8 del tranvía

Durante la Segunda Guerra Mundial, la línea 8 se usó para deportar judíos. Tras la guerra, y en recuerdo, se decidió no reestablecer la línea para el transporte de pasajeros.

6. Casas barco a prueba de los mejores arquitectos

Quizás por el caro precio del suelo o porque son muchos habitantes y quieren aprovechar el espacio de los canales, pero en Ámsterdam hay gente que vive en barcos. Y que tiene licencia para ello. Y es que si entras en una casa-barco realmente te impactas de lo bien que lo tienen todo montado. Son dignas de quitarse el sombrero y algunas hasta te hacen pensar que son mejores que la tuya.

7. La cuna de la ginebra

Si no fuera por Ámsterdam, los jueves por la tarde no podríamos disfrutar de un afterwork a base de gin tonics. En efecto, fue en esta ciudad donde se descubrió, inventó y popularizó la ginebra. ¡Larga vida a Ámsterdam!

8. Sopa de guisante: el plato más tradicional

No sabemos si los holandeses se sienten o no muy orgullosos, pero sorprendentemente es un plato delicioso que te repondrá tras un día de lluvia intensa paseando (en bici) por la ciudad.

9. El objeto más encontrado en el fondo de los canales es… ¡bicis!

Ni euros, ni bolsos, ni pintalabios, ni llaves. De todo lo que podrían encontrarse en los canales, cuando los responsables de mantenimiento se encargan de limpiarlos lo que más se encuentran son bicis. No dejamos de preguntarnos cómo acaban allí.

10. Sede del primer peaje del mundo

Los odiamos cada vez que hacemos un viaje de carretera y manta y si existen es por culpa de ¡Ámsterdam! En esta ciudad se creó el primero, justo en un edificio llamado In de Waag. Históricamente, por aquí pasaban los barcos que accedían a la ciudad y debían pagar un impuesto según su peso y el producto que transportaran.

11. Cuando Nueva York fue Nueva Ámsterdam

¿Sabías que la ciudad de los rascacielos originalmente perteneció a los Páises Bajos? Después de varias guerras con los ingleses, finalmente decidieron entregarlo Nueva York a cambio de Surinam. Se le cambió el nombre por Nueva York, en honor al Duque de York. Además, los ingleses presumieron de haber cambiado “un huevo por una manzana” y de ahí que se conozca la ciudad como “La Gran Manzana”.

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