Pese a ser una de las ciudades más lluviosas del país, Colonia se ha ganado a pulso el apodo de ser “la ciudad más latina de Alemania”, debido a la calidez y la alegría de sus gentes. Un carácter que sale a relucir más si cabe por estas fechas. Y es que Colonia se reivindica orgullosa como la capital europea del Carnaval. Osado, ¿no?
Pero es que razones tienen. Todo el país se vuelca con esta celebración que se empieza a celebrar meses atrás, en concreto el día 11 del mes 11 a las 11 horas, aunque no es hasta febrero cuando realmente tienen lugar los días más locos. Es tal la importancia de esta fiesta que incluso es llamada “la quinta estación del año”. Durante estos días, los alemanes, tradicionalmente sobrios y trabajadores, se disfrazan y toman la calle para desmelenarse.
No importa que el mes de febrero sea frío y destemplado a las orillas del Rin. Todos los rincones de la ciudad se llenan de gente disfrazada, música en vivo y un ambiente envidiable. Sobra decir que durante esos días se consumen grandes cantidades de Kölsch, la variedad de cerveza típica de Colonia.
El día más grande es el Rosenmontag o lunes de las Rosas, cuando tiene lugar un multitudinario desfile al que asisten cerca de un millón de personas. Es un verdadero espectáculo contemplar las carrozas, las coloridas comparsas y las bandas de música. Aunque pueda parecer extraño, sí, estamos hablando de Alemania.
Una fecha clave en la historia de Colonia fue 1823, cuando se celebró el primer gran desfile de Carnaval, convirtiendo en oficiales las actividades carnevalescas populares que existían ya desde mucho tiempo. En los Carnavales era (y es) muy común burlarse de las autoridades, y en el Siglo XIX el blanco de los ataques humorísticos y parodias no eran otras que las -entonces- nuevas autoridades prusianas.
Durante estos días, el aspecto de la ciudad de Colonia se transforma por completo. La imagen imponente del Dom, la catedral más importante del país, y la del puente de Hohenzollern siguen ahí, pero rodeados por todas partes de luces, colores y música. Incluso desde el cielo, con el festival de fuegos artificiales que ponen fin a estos días de locura.
Este año, las celebraciones de Carnaval han tenido lugar toda la semana del 23 al 28 de febrero, en la que los bares no cierran y la fiesta no se detiene. Es posible que, con semejante sarao montado, visitar Colonia por estas fechas no sea lo ideal para apreciar la arquitectura gótica de su catedral o la oferta cultural de sus museos. Pero ya habrá tiempo para todo. Por ahora, lo primero es lo primero: Carnaval, Carnavaaal…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!