¿Por qué no aprovechar los últimos días de invierno para disfrutar de un muy relajante fin de semana en Budapest? Sí, mucho relax. Y es que la gran reputación de la perla del Danubio es insuperable cuando se habla de sus baños termales. Es, ni más ni menos, una ciudad balneario en toda regla y una de las más antiguas de Europa. Bajo de todo el frenesí urbano, de carreteras, tráfico y muchedhumbre, la ciudad está subterráneamente inundada de fuentes ricas en minerales y con mil y una propiedades. Ni más ni menos, la capital de Hungría tiene unas 123 fuentes termales, a entre 21 °C y 76 °C, más que suficiente para satisfacer todos tus deseos de relajación. Pero… ¿cuáles son nuestros baños favoritos?
1. Kiralay: Viaja en el tiempo para relajarte como un pachá
Los baños de Kiraly fueron construidos por el pachá Arszlàn en 1565. Primero cabe señalar que pachá, en el Imperio Otomano, no era una conocida discoteca, sino un título de rango superior del ejército. Justamente fueron los otomanos quienes supieron sacar provecho a las aguas termales de la ciudad y construir baños, que aprovechaban para hacer sus rituales religiosos. De este baño destaca su acueducto de madera. Levantad la cabeza y observad su cúpula, que permite el paso de los rayos de sol.
2. Jaque mate a los baños Szchenyi
¿Qué deciros de los baños más ultra populares de la ciudad? Sí, suelen estar frecuentados por muchos turistas, y ese puede ser su fallo. Pero su flaco a favor es que se encuentran dentro de un auténtico -e increíble- palacio. Son los más grandes de Europa y también, para muchos, los más bellos de la capital. Construidos a principios del siglo XX en el parque de Varosliget, permiten llegar al clímax de la relajación entre sus doce piscinas de distintas temperaturas y sus numerosas saunas.
¿Un dato curioso? Algunas de sus piscinas son tan calientes -y naturalmente, claro- que muchos jugadores de ajedrez amateur asisten incluso en pleno invierno para jugar sus torneos dentro del agua. Y no importa si pierdes la partida, habrás tenido el placer de relajarte en una piscina a 38º
Son baños mixtos a partir de los 14 años. Abiertos de 9hs a 21hs. Última entrada a las 20hs. ¿Nuestra recomendación? Vivid la experiencia de dejaros relajar en la piscina exterior por la noche (abierta hasta las 22hs). ¡Una delicia!
3. Fiesta relajadamente loca en los baños Lukàcs
¿Fan de las fiestas en la pisicna? Pues lo que te queda por descubrir es una fiesta en un baño termal. Da igual que sea pleno enero a -10 grados. Los baños Lukàcs lo hacen posible y de una forma muuuuy agradable. Una vez por semana abre sus puertas por la noche y organizan bailes nocturnos. ¡Estas fiestas son toda una institución en la capital! Los aquincenses o aquineos y no budapestianos las llaman Spartys. Un muy buen plan para enterrar la vida de joven… o no. ¡Eso sí! Toma nota: la juerga sale por unos 30€.
4. Géllert, masajes en un decorado muy Art Nouveau
Baños al estilo Cleopatra, aromas a hierbas medicinales y hasta a chocolate… Si, si… Nos referimos a tu próxima parada: ¡los baños Gellert! Con una gran y reconocida reputación mundial, estos baños se convirtieron en la sede de la Asociación Internacional de Balnearios y hasta fueron el escenario de uno de los spots de Danone más icónicos. Joya del Art Nouveau de Hungria, además de seducir nuestra mirada con su bella arquitectura, ofrece un espectacular baño relajante en medio de leones escupiendo agua. Antes de salir, pasar por la terraza y tomar un licor de hierbas. ¡De lujo!
Pero, ¿por qué hay tanto baño en Budapest? Por una explicación muy geológica: la cuenca de los Cárpatos, cuenca sedimentaria que ocupa gran parte de la Europa Central, cuenta con una corteza terrestre tan fina que los acuíferos de las aguas freáticas -parte de la precipitación que se filtra a través del suelo hasta llegar al material rocoso- no han tenido tiempo de enfriarse. El baño termal en hungaro se llama fürdő. ¿Vamos?
¿Te vienes a Budapest?
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