Para pasar un fin de semana entre amigos… lo más importante es elegir buenos amigos. O, por lo menos, aquellos que sean buenos compañeros de viaje. Ay, ¡qué bien sienta viajar con amigos! Y aún más si eliges un destino tan friendship-friendly como lo es… Hamburgo. Esta ciudad alemana es una de las más desconocidas y, paradójicamente, de las que más buen sabor de boca te dejan al regresas. Situada a orillas del Elba, tiene ni más ni menos que el tercer puerto más grande de Europa. La ciudad cuenta con más de 60km de canales y casi 2.500 puentes y es todo un laboratorio de arquitectura. Sin duda, la segunda ciudad más grande de Alemania se merece una oportunidad y hasta para muchos no tiene nada que envidiarle a Berlín. Prepara las maletas porque es tu mejor destino para descubrir con amigos o viajar con amigas. O todos juntos. Te dejamos los 4 planes imperdibles para descubrir Hamburgo de una forma única:
1. Descubrir
A pie es como se descubren los mejores secretos. Descubre el Hamburgo alternativo con una visita guiada… ¡y diferente! Un circuito de 2:30hs a través de Sternschanze, Sankt Pauli, Karo y el Gänge Viertel. ¿Te suena a chino? Pues haznos caso y opta por el “Street Art Tour”, si eres más de espíritu artístico, o el “Craft Beer Tasting Tour”, si te va más esto del buen brebaje de cebada. ¡Ya no veréis más la ciudad de la misma manera!
Continuamos, que sólo llevas 2.30h en pie -y quizás algunas cervezas de más-. Toma altura subiendo las escaleras de la torre de la iglesia de San Miguel (el emblema de Hamburgo), cuyo campanario es el más alto de Alemania. Atención a los vértigo-friendlies, porque ascenderéis 132 metros. Eso sí, se tiene una vista panorámica de toda la ciudad.
Por tener otra vista de la ciudad -esta vez, sin alturas-, descubrid el tercer puerto más grande de Europa, sus muelles, sus contenedores y astilleros con una visita en ferry. Por aquí son típicos los autobuses acuáticos: toma el número 62 que sale desde Landungsbrücken y desembarca en Finkenwerde. Contad con alrededor de una hora y unos pocos euros para un viaje redondo. Y agárrate fuerte cuando el bus se desvíe de la carretera y se sumerja al agua… ¡Un desvío bien vale la pena!
¿Te imaginas ir a tomar algo y entrar al bar por la ventana? No, no es una locura, es lo que ocurre cuando alquilas una canoa para dar un paseo por el canal y de repente llegas al Café Canale. Aquí se entra remando y por la ventana. Una experiencia inusual… Que no olvidarás jamás.
2. Festejear
Vivir la noche es un buen plan para descubrir la auténtica esencial social de un destino. No te sientas mal, es estudio antropológica. Escápate a St. Pauli. Esta zona ha sido durante mucho tiempo un lugar de libertinaje. Se le compara históricamente con la plaza Pigalle de París por sus stripshows y sus tiendas de sexo. Pero no te confundas: aún así, hoy en día es el epicentro de la fiesta nocturna en Hamburgo. Es el centro underground del arte alternativo de la ciudad (¡los Beatles debutaron allí allí!), con lugares legendarios como el club Molotov, toda una verdadera institución en Hamburgo.
Un rollo totalmente distinto es el que encontrarás en el club Uebel & Gefährlich, antiguo bunker reformado en discoteca y donde podrás bailar toda la noche hasta que los pies te griten stop.
O no, porque puede que tu espíritu aventurero no entienda de cansancio y ahora el cuerpo te pida un afterhour. Tu próximo destino es Fischauktionshalle, abierto de 5h a 10h, donde tanto podrás presenciar una subasta (y participar) como tomar una copa escuchando algún concierto como tomar un buen desayuno viendo el amanecer. ¡Un gran ambiente!
3. Recuperar
Después de una noche loca, debes recuperar la energía y disfrutar de una buena hamburguesa. Aunque parece un plato muy yankee, lo cierto es que este “sandwich” con carne picada fue importados por los alemanes que emigraron a los Estados Unidos. Y, en Hamburgo, hay una gran cultura al respecto. ¿Tendrá algo que ver su nombre? Guiño. Guiño. Encontrarás un sinfín de opciones, entre ellas las hamburguesas Jim Block, con vistas al lago (excelente relación calidad-precio) o la muy reputada Bürgerlich.
Haced una pausa en el café Kafferösterei en el distrito de Speicherstadt, sin duda el mayor complejo de almacenes del mundo. Si el tiempo lo permite, dedicaros un tiempo en uno de los muchos bares de la playa de Hamburgo. Un lugar único, romántico – Industrial – Caribeño – portuario (sí,si!). Perfecto para una siesta digestiva o tomar una bebida al sol.
4. Inmortalizar
No hay mejor forma de inmortalizar tus vacaciones que tomando fotos. Pero vayamos más allá y hagamos algo distinto: haceros fotos como antaño en un fotomatón. Un, dos, tres. ¡sonríe! Un, dos, tres, ¡cambia de pose! Los encontrareis en el barrio de St. Pauli. ¡Os esperan vuestras fotos!
Continúa el viaje, que aún no ha terminado. Ahora es momento de fisgonear en tiendas de segunda mano. Vintage & Rags es tu próxima parada y encontrarás reliquias tanto para hombre y mujer. ¡Los amantes del kitsch están servidos!
Pero aún queda un poco más de tiempo. Si eres amante de la cerveza -y por tanto tomaste la segunda opción de tour- debes hacer una incursión en Craft Beer Store. En el corazón de Sternschanze, esta tienda ofrece más de 400 cervezas, alemanas por supuesto, pero también belgas o americanas.
¿Y qué tal un último recuerdo? Venga, que esto ya se acaba. ¡Lleva a casa un vinilo! La tienda Hanseplatte ofrece una amplia gama de música local, la imagen de una ciudad que cuenta con más de 200 sellos independientes, de estilo ecléctico (hip-hop, electro e indie de rock independiente!).
Sin duda, has disfrutado intensamente de Hamburgo y… de la forma más original y alternativa posible.
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