El viajero experimentado, a golpe de viaje, tiene algunas lecciones aprendidas. Una en la que casi todos coinciden es que viajar en temporada baja, si te lo montas bien, es mucho, mucho mejor que hacerlo en temporada alta. He aquí sus porqués.
1. Vuelos más baratos
Que dé el capricho y, de una semana a otra, coger unos vuelos para escaparte del mundo. En agosto puede antojarse complicado hacer algo así, pero en temporada baja no hay nada que te lo impida: ¡ni siquiera el precio! Aunque, viajando con Waynabox, no es que eso sea un gran problema, todo sea dicho.
2. Más y mejor alojamiento
La caída de demanda en los lugares turísticos hace que aquel hostel tan top que siempre está a reventar, de repente tenga una habitación para ti. Y no solo eso: muchos alojamientos ofrecen la posibilidad de aumentar de categoría en temporada baja, es decir, por el mismo precio que pagarías por una habitación sin vistas, ahora puedes tener vistas al mar, por ejemplo. De hecho, los precios de algunos hoteles, en temporada baja, caen hasta la mitad.
En resumen, tus opciones de alojamiento se disparan. Ante ti se abre un abanico de posibilidades que durante toda la temporada alta era impensable. Incluso puedes reservar a última hora sin temor de quedarte tirado.
3. Evitar colas
Los principales focos de interés turístico suelen respiran tranquilos en los meses de baja actividad turística. No es que los monumentos, museos y atracciones más emblemáticos dejen de gustarle al público, sino que, simplemente, hay menos público al que atraer. Así, pasar las colas no se convierte en ese suplicio entre la muchedumbre (habitualmente empeorado por el aplastante sofoco del verano), sino que vuelve a ser un puro trámite, menos molesto. ¡Y ya no hay necesidad de pagar entradas con extras para saltarse colas!
4. Vivir de verdad un destino
En lugares especialmente turísticos y concurridos, llegar en una época de baja afluencia puede suponer la diferencia entre visitar un destino o vivirlo. El sector turístico y de servicios, y los habitantes en general, estarán mucho menos agobiados y más abiertos a conocer gente nueva en estos periodos del año. Y no es lo mismo visitar una ciudad donde casi todo el mundo está vacaciones, como sucede en temporada alta, que descubrir cómo es el día a día de los locales el resto del año.
5. Desconectar significa desconectar
Al final, uno de los principales motivos por los que uno viaja es para relajarse. Desintoxicarse de la rutina y encontrar la paz. ¿Qué mejor momento para hacerlo que trasladarse a otro lugar alejado del bullicio? Pequeños placeres que son difíciles de encontrar cuando todo el mundo también está de viaje.
Aprovecha las ventajas de viajar fuera de temporada con Waynabox. Rompe con la rutina y escápate un finde a una ciudad… ¡sorpresa!
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