Ginebra a bocados

Si eres amante del queso, estás de suerte, ya que Suiza es mundialmente conocida por sus quesos, aprovecha tu viaje a Ginebra para darle rienda suelta a tu paladar. Eso sí, ¡precios no aptos para todos los bolsillos! 

De Ginebra a tu estómago

Aquí os dejamos una guía básica de imprescindibles para vuestro estómagos si estáis en Ginebra y no tenéis ni idea de qué o dónde comer: 

Fondue de vino blanco

¡Lo más típico! Esta fondue se prepara con dos tipos de queso fundido, el Vacherin y el Gruyere, mezclados con un poco de vino blanco y harina de maíz. Para disfrutarla, se pincha el pan con el tenedor y se remueve dentro de la cazuela. ¡Ojo! Cuenta la leyenda que aquel a quien se le cae el pan dentro… ¡tendrá mala suerte! 

Raclette

Aunque no es original de Ginebra, la raclette es un plato muy popular de la gastronomía suiza, sobre todo de las zonas de montaña. Su base también es el queso fundido, pero de un tipo distinto, el de Valais. Se sirve con patatas cocidas o embutidos, todo acompañado de vino blanco para digerirlo mejor. ¡Un placer para los amantes del queso! 

Ginebra a bocados

Chocolates suizos

Aunque el origen del chocolate no es suizo -¡nació en Turín!- muchas de las variedades que triunfan sí lo son. Ya se dice que los mejores maestros chocolateros nacen en Suiza. ¿Un waynaconsejo para comprar chocolate? Solo se puede comprar un mínimo de 100 gramos y además va en lonchas.

Älplermagronen

Si te chifla la pasta y el queso, este contundente plato suizo te encantará. Parece que los macarrones con tomate son algo muy simple para los suizos, así que aquí apuestan por este gratinado de patatas, macarrones, queso, nata y cebolla. 

Schnitzel

Plato tradicional de Austria pero muy cocinado y  comido también por sus vecinos suizos. Es un plato que se cree que es casi milenario. Consiste en una rebanada fina de carne de ternera rebozada con pan rallado, harina de trigo y mantequilla. Se sirve tradicionalmente con ensalada de patatas y rodajas de limón.

 

Ginebra a bocados

Rösti

Como la tortilla española no hay ninguna, pero esta variación de tortilla plana, elaborada con huevo y patatas Gschwellti y frita con mantequilla en la sartén, no está nada mal. 

Birchermüesli

Es algo así como el “desayuno de los campeones” y fue inventado en 1900 por el médico suizo Maximilian Oskar Bircher-Brenner como una opción energética y saludable. Se prepara en un bol mezclando copos de avena, zumo de limón, leche condensada, manzanas ralladas, avellanas o almendras. ¡Delicioso! 

Ginebra a bocados

La Marmite de l’Escalade

Una marmita de chocolate rellena de vegetales y caramelos en su interior. Lo podéis encontrar en muchos supermercados suizos, ya que se equivale a nuestra ‘mona de pascua’. Este curioso dulce es un manjar tradicional del país, sobre todo durante el festival de l’Escalade, celebrado el 12 de diciembre.

Bircher Müesli

Algunos fardan de este delicioso manjar afirmando que es el ‘plato’ más típico y tradicional de Suiza tras la ‘fondue’. No hay receta fija, pues ésta varía según la familia o el establecimiento que lo prepara. Hecho a partir de yogur y avena, 1 plátano, 1 manzana, pasas o higos secos. En invierno se suele añadir 1 naranja y un puñado de frambuesas congeladas. En verano estos últimos ingredientes se sustituyen por frutas o bayas secas mezcladas, como frambuesas, moras, ciruelas, nectarinas o cerezas. ¿Cómo resistirse?  

Longeole

No nos íbamos a poner a escribir sobre la gastronomía suiza y dejarnos alguna que otra de sus famosas salchichas. La Longeole es una salchicha tradicional de Ginebra. Hecha a partir de carne de cerdo molida y semillas de hinojo. Un manjar especialmente popular durante los meses más fríos. Se suele servir durante navidad con patatas cocinadas al vino blanco.

Zonas gastronómicas

En Ginebra podéis encontrar de todo, desde restaurantes galardonados con estrellas michelín hasta bares y cafés tradicionales en las esquinas. Os contamos algunos lugares a los que podéis ir para probar la gastronomía suiza. 

Restaurant Les Armures

Restaurante de lujo ubicado en un edificio construido en el siglo XIII en el casco antiguo de la ciudad, evidentemente está restaurado. En este establecimiento tienen amplios menús entre los que escoger. 

L’adresse

Un estudio de arte reconvertido en restaurante. Pensado para la gente joven y con estilo. Si sois de esos ya sabéis, carta cara de vinos y comida fresca y ligera además de platos del día con identidad propia. También tienen todo un repertorio de zumos hechos allí mismo. ¡Delicioso!

Restaurant Vieux Bois

Un establecimiento donde los menús cambian cada 6 semanas. Esto da la oportunidad a los chefs para experimentar y basar su negocio en la cocina fusión así como platos tradicionales. El Restaurante se encuentra enfrente del Palacio de las Naciones Unidas.