Cosas que hacer en Munich: Ir al Oktoberfest

En la lista de cosas que hay que hacer por lo menos una vez en la vida está, obviamente, viajar a Munich para vivir el Oktoberfest, la mítica fiesta alemana de la cerveza. Así que ya sabéis, si este fin de semana estáis de escapada en la capital de Baviera tenéis que pasaros sí o sí por la 182 edición del Oktoberfest.

Pero si no tenéis la suerte de viajar a Munich este finde, ¡no os pongáis tristes! Debéis saber que hay otros sitios, como Londres, Bruselas, Ámsterdam o París, que también han adoptado esta fiesta. De hecho, es una de las fiestas que más se ha extendido (¡normal!, ¿a quién no le gusta la cerveza?) y son muchas las ciudades europeas donde podréis disfrutar de una imitación del Oktoberfest.

Qué debéis saber si vais al Oktoberfest

A pesar de su nombre (literalmente, “Fiesta de Octubre”), el Oktoberfest empieza a mediados de setiembre (este año empezó el 19) y dura hasta principios de octubre. La edición de 2015 terminará el próximo 4 de octubre, ¡así que aprovechad, que son los últimos días para ir! Pero si este año no podéis, apuntad: En 2016 tendrá lugar entre el 17 de setiembre y el 3 de octubre.

Se celebra en el centro de Munich, por lo que no tendréis problemas para llegar en transporte público. Simplemente tendréis que coger el metro y bajaros en Theresienwiese. Durante los fines de semana el Oktoberfest abre des de las 9 de la mañana hasta la medianoche, aunque se recomienda llegar bastante temprano o reservar mesa en las cervecerías para poder tener sitio en alguna de las 16 carpas, pues suele estar abarrotadísimo.

Por cierto, aunque lo más famoso entre la gente son los litros y litros de cerveza alemana que se beben (a unos 10€ el litro) no es lo único que hay. También encontraréis atracciones, trajes tradicionales, desfiles y música para disfrutar de la fiesta. De hecho, la entrada al recinto es gratuita.

Pero, ¿de dónde sale esta fiesta?

Empezó en octubre de 1810, en honor a la boda entre el Príncipe Luís I de Baviera y la princesa Teresa de Sajonia-Altenburgo, que se celebró en el mismo prado en el que justo hoy en día tiene lugar el Oktoberfest. Tuvo tanto éxito que los siguientes años la fiesta se fue repitiendo y más adelante se avanzó a setiembre para aprovechar el buen tiempo al aire libre y las noches más cálidas.

Hoy en día es una de las principales atracciones de Munich y un gran reclamo internacional. Muchísima gente de todo el mundo viaja a Munich expresamente para vivir esta experiencia. De hecho, el año pasado pasaron por allí ¡alrededor de 7 millones de personas!

Pero oye, ¡que Munich no es solo cerveza! También es un buen destino para visitar durante un fin de semana cualquiera. Si queréis disfrutar de un viaje low cost en esta ciudad, podréis ver aquí nuestros consejos.