Le he preguntado a mi primo dónde comer en París y me ha contestado esto

Resulta que mi primo lleva un tiempo viviendo en París. Mi primo Ferran. El tío se largó a estudiar hace ya más de 3 años, y ya está como en casa. Total, que el otro día nos llamamos y aprovecho para preguntarle que cómo está, que si está comiendo bien (porque uno siempre está pensando en buenos contenidos para este blog). Me dice que sí, que se va apañando, y entre unas cosas y otras, me acaba contando sus mejores restaurantes donde comer en París. Mi primo es un tipo majísimo.

Así, en general, ¿cómo es la cocina parisina?

Vaya, empezamos con una pregunta difícil. No creo que exista una comida parisina en sí: todas las regiones de Francia tienen su plato en particular y todos ellos los puedes encontrar en París. No hay que olvidar que Francia y en concreto París son lugares de Wellacogida de mucha inmigración, y eso hace que haya productos de otras regiones que se hayan integrado al día a día de los parisinos. Estoy hablando de platos como el cous-cous marroquí hasta acompañantes como hummus libanés, el tzatziki griego o hasta la cerveza belga.

Romantic couple in cafe in Paris, France

Oye, una cosa: ¿qué diantre es un bistrot?

Si hay algún tipo de restauración que abunda en París son los bistrots. Bistrot viene del ruso bistro (rápido) y parece ser que los franceses acuñaron el término durante la batalla de una guerra que se libró en París. “Bistro!” apremiaban los rusos en los bares, así que no es de extrañar que en estos establecimientos los platos sean de elaboración rápida (sándwiches estilo croque-monsieur o croque-madame, algo de carne a la plancha…) acompañados de patatas fritas y ensalada. Están bien para sacarte de un apuro y nunca he comido en uno malo. Te podría decir uno o te podría decir cientos, pues están en todas partes por París, son los típicos con los toldos rojos y terracita afuera. Eso sí, ojo con las terrazas, pues tomar un café en París es carísimo: que no te sorprendan 4€ o 5€ por un café con leche.

Ah, y un consejo: ¡el agua en París es gratis y la sirven en todos los restaurantes!

¿Cuál es ese plato típico que hace que se te caiga la baba?

Tartiflette. Si no me equivoco, es un plato típico de los Alpes franceses. Patatas, bacon, queso y al horno: un plato con empaque. Yo la probé en La Grange Saint Michel y repetiría una y otra vez.

Tartiflette in the baking tray with slice on the plate top view

¿Dónde vas a tomar algo?

A mí me gusta salir por el 5ème para tomar unas birras. Si lo que buscas es un buen happy hour, puedes acercarte a La Montagne Sans Geneviève o a Le Melocoton, cuya especialidad son los ¡cócteles con cerveza! Si somos un poco más exquisitos hay que ir a La Académie de la Bière, con todas las cervezas habidas y por haber.

¿Dónde debo ir para encontrar la mejor crêpe?

Seguramente recordarás aquella vez que te llevé a Le Petit Grec (en rue Mouffetard), donde las crêpes son grandes, de calidad y a muy buen precio. Presumen de ser las mejores crêpes de París.

Ya lo creo que me acuerdo…

Tal vez el único consejo es intentar ir en horarios menos habituales, o bien aceptar los 45min de cola como hicimos aquí los servidores.

Y aunque las crepes de Le Petit Grec están muy bien, si buscas algo con más tradición debes ir a La Creperie de Josselin Susette (en rue Montparnasse) a buscar la verdadera crêpe bretona, acompañada con sidra del lugar.

¿Un restaurante para ir con amigos?

Chez Gladines. Platos copiosos, baratos y con la cocina abierta desde mediodía y hasta las 12 de la noche. Todo un salvavidas si vives en París con horario español 😉

Recomiéndame una propuesta para ir en pareja.

O’Scia es un italiano (napolitano) de mucha calidad.

¿La mejor opción calidad/precio?

Mis amigos y yo fuimos a Les Fabricants en Oberkampf para celebrar mi cumpleaños. Buen ambiente, pas cher, comida tradicional. Guay.

¿Tu rincón favorito?

¡La fleuve rouge! Escondido en una pequeña calle en Belleville, que si no te dicen dónde está ni lo encontrarías. Comida tailandesa a buen precio, y lo que más me gusta de allí es el postre: rollitos de Nutella con nata y helado… ¡Un vicio!

Young Parisian woman using the smartphone

Woman photographing the candy shop window

¿Algo que quieras añadir a última hora?

No me has preguntado nada acerca de una parte de la restauración con mucho peso en Francia… La boulangerie (panadería). Hay infinidad de concursos de pastelería en París, cosa que hace que muchas boulangeries tengan en sus cristales escritos sus méritos: “6ª mejor baguette de París año 2007”, “2º mejor croissant aux amandes del 12ème”. Invito a todos los amantes de la bollería a buscar una buena boulangerie y pedir una baguette tradition. Y, ya que estás, pues te aventuras con la repostería francesa, que es muy buena y barata, y por unos 3€ puedes tomarte un éclair, un Paris-Brest, una religieuse

Y después de leer esto.. ¿No os paetece escaparos a París?

¡Reserva aquí tu viaje sorpresa Waynabox!

Viajes foodie: escapadas gastronómicas para comerse el mundo

Si te gastas todos tus ahorros en buena comida y bebida, concibes la gastronomía como una experiencia cultural, te adaptas a nuevos gustos y no tienes manías culinarias y disfrutas tanto en un restaurante de estrella Michelin como en ese bar de barrio tan popular del que todo el mundo habla… Enhorabuena, eres un foodie. Y si estás por este fantástico blog de viajes, eso es porque además de comer bien, te apasiona viajar. La unión de estos dos campos da como resultado los viajes gastronómicos, el mejor plan de ocio para las foodies. Una escapada de fin de semana es más que suficiente para adentrarnos a la gastronomía de nuestros países vecinos, así pues querido foodie, te recomendamos que aproveches Waynabox para conocer estos destinos desde el plato:

Lyon

Es la ciudad natal del célebre chef Paul Bocuse y aunque no sea tu primer destino en mente, sí deberá serlo si eres un auténtico foodie. Cuenta con una amplia variedad de locales de gastronomía típica, llamados bouchons, donde podrás disfrutar de delicias como la andouilletes, las quenelles o su tradicional sopa de cebolla. Y de postre, no te pierdas su famosa Tarte Aux Pralines, una increíble tarda de praline (no confundir con el praliné), que es una almendra azucarada y tostada deliciosamente golosa. ¡Para chuparse los dedos!

Roma

La gastronomía italiana, con todos sus matices de la mediterránea, es una de las más apetitosas. Es el hogar de la auténtica pasta, pizza y risotto, y es que tras degustarlos en alguna de sus trattorias ya no serás capaz de cocinarlos de nuevo en casa. Cada región de Italia tiene sus platos típicos y lo realmente típico de la cucine romana es el suppli alla romana (una croqueta rellena de arroz cocido, tomate, carne y queso mozzarella); los auténticos spaghetti alla carbonarasin nata; los penne all’arrabbiata, con una salsa picante de tomate, ajo y guindilla; o los spaghetti cacio e pepe. Para los amantes de la carne, imperdible la Porchetta di Aracia, carne de cerdo aromatizada, o la saltimboca a la romana, unos rollitos de ternera, prosciuto y salvia. ¡Ah! Y no nos olvidemos de los helados de Giolitti.

Lisboa y Oporto

No hace falta conocer mucho la cultura portuguesa para saber que es tierra de uno de los vinos más dulces y ricos del planeta (el vino de porto) y de los deliciosos Pastéis de Belém, esas ricas tartaletas de nata y/o crema. Pero los auténticos foodies no pueden perderse otros platos típicos de la gastronomía portuguesa, como el archifamoso bacalhau à brás, un sofrito de bacalao (pescado estrella de Portugal) desmenuzado con cebolla, patata y perejil. Del bacalao también salen los pastéis de bacalhau, que vienen a ser croquetas de bacalo de toda la vida pero que en el país luso saben aún mejor. Imprescindible la francesinha, una reinvención de la croque monsieur francesa: un sandwich relleno de carne, gratinado y bañado con salsa. Para los amantes de la carne, no olvidéis el cozido à portuguesa, las alheira de mirandela -embutidos ahumados- o el arroz de pato. ¡Ah! Y dejad hueco para los quesos -como el Queijo da Serra– y los dulces -como los ovos moles-. ¡Esto es un no parar!

Marsella

A veces no hace falta ir en busca de peripecias culinarias para deleitar al paladar, y eso es justo lo que ocurre en esta ciudad costera francesa. Autenticidad y simplicidad es lo que la caracteriza, con claros matices a la gastronomía mediterránea. El aceite de oliva es la base de todos sus platos, que huyen de las pesadas salsas y ostentosos guisos. Comenzad con un pastis, un aperitivo típico con toques anisados, y proseguid con su característico manjar. La bouillabaisse es como la paella para los valencianos: una seña de identidad. Es una sopa de pescados del Mediterráneo que se cuecen enteros con patata y tomate. Cuanta más variedad de pescados, mejor: rape, salmonete, congrio… y también cigalas, mejillones, langosta… Y para ampliar nuestro conocimiento, no dejéis de probar el poupeton, un soufflé de pescados que tradicionalmente se elabora con las sobras de la bouillabaisse; la oursinade, una crema de erizo de mar muy suculenta; los típicos pieds et paces, que vienen a ser como unos callos; o las anchoïade, que es una conserva de anchoas en sal, vinagre, ajo y aceite de oliva.

Bruselas

¡Bienvenidos al país de la cerveza y del chocolate! Bélgica es el país con más variedad de cerveza y degustarlas todas ya es un auténtico reto para el foodie -y para su hígado-, que deberá ir a la cervecería Delirium, que con más de 2000 variedades cumple el récord mundial. Lo mismo con el chocolate, pues aunque el auténtico origen del chocolate se ubica en Turín, fueron los belgas quien perfeccionaron el arte de este dulce de cacao. Si eres chocoadicto, no te pierdas Pierre Marcolini, considerada la mejor chocolatería del mundo. Pero no solo se vive de chocolate y cerveza, así que tampoco podéis perderos los moules et fries, un característico plato de mejillones al vapor y patatas fritas; el Hutsepot Poffertjes, un estofado típico con verduras, patata y carnes variadas; y el waterzooï, un guiso de pescados variados hervidos con patata y nata.

Si ya se te ha hecho la boca agua, no esperes más y planea tu viaje sorpresa con Waynabox.

¡Últimas plazas para el verano!

¡Reserva ya tu viaje!