¿Cómo matar el tiempo en el aeropuerto?

Comenzar un viaje es una de las emociones más excitantes. Llevas tiempo preparándolo y muriéndote de ganas de que llegue el día en que coges tu vuelo y empieza tu aventura. Por eso, el más mínimo contratiempo sienta fatal. ¿Retraso de tu vuelo? Don’t panic, pues cuanto más te enfades, más lento pasará tu tiempo. Primero, toma nota de tus derechos como pasajero de avión y, a continuación, keep calm. Así que si por lo que sea tienes que pasar más tiempo del esperado en el aeropuerto, te señalamos 8 cosas que hacer para no desesperarte y comenzar tu viaje con buen pie.

Sé social: ¡hola compañeros de viaje! Ya se con tus mejores amigas, en grupo de amigos o con tu pareja, elegir un buen compañero de viaje es de vital importancia. Si retrasan vuestro vuelo y tenéis que pasar un par de horas extra en el aeropuerto, esta será vuestra prueba de fuego. ¡Hablad, por dios, hablad! Contaros la vida, qué tal estáis; poneros al día. Si el tiempo de espera lo permite, hasta podéis aprovechar para profundizar en temas como la relación con vuestros padres, la búsqueda del amor, lamentos y éxitos laborales o debatir sobre la creencia en la reencarnación. Y así, cuando cojáis el vuelo, ya podréis centraros en hablar del viaje y en disfrutarlo.

Tómate una copa. O dos. Cierto es que una cerveza en el aeropuerto tiene el precio medio similar al de una caña en Ginebra. Pero, ¿os vais de viaje, no? Los gastos extra ya se cuentas desde el aeropuerto así que amenizar la espera compartiendo unas copas os ayudará a relajaros y a sentir que el tiempo corre más rápido. Eso sí, controlad la cantidad de alcohol y evitad situaciones así, que aunque no seáis famosos y no salgáis en la prensa, vuestros compañeros de viaje os lo recordarán de por vida. Y quizás la aerolínea también.

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Últimas compras ¡y al mejor precio! ¿Y que tu viaje cae justo en temporada de rebajas? Pues aún mejor. Darte una vuelta por las tiendas del aeropuerto, descubrir nuevas tendencias, repasar las prendas con descuento, probarte ropa y pensar en nuevos looks es un gran pasatiempo para las mujeres. ¿Que eres hombre? Si eres de los que también disfruta con la ropa, ¡enhorabuena! Haz lo mismo sin pensarlo. ¿No te apasiona esto de mirar trapitos? Entonces pasa de este punto, tienes 7 más para aprovechar 😉

¿Leer? Sí, pero que sea una lectura adictiva. Si eres de los que adora leer, ¡enhorabuena! Esta es una efectiva forma de matar el tiempo. Eso sí, ten en cuenta lo siguiente: no empieces la novela en el mismo aeropuerto (corres el riesgo de que no te enganche) sino que procura que sea un libro que ya hayas comenzado y que esté en su punto álgido de emoción. Así, no podrás parar de leer 😉

Saca tu lado Gossip Girl (o Boy). ¿Qué tal si nos ponemos un poco al día de faranduleo? Aunque seas de los que rehuye con fervor de las revistas del corazón, hay momentos en que no cuesta tanto digerirlas. Esos son cuando estas esperando turno en la peluquería y cuando estás en el aeropuerto. Muchas de éstas vienen encartadas en algún periódico, así comprarla no te dolerá tanto. Y oye, así tendrás un poco de conocimiento del panorama social de la Península. ¿Quién sabe si será información que pueda serte útil? Y además… todos tenemos nuestro lado cotilla, ¿no?

(Re)Planea tu viaje. Seguro que ya lo has hecho pero ¿por qué no repasar los detalles una vez más? Eso siempre ayuda a tener aún más ganas de comenzar el viaje, así que reúnete con tus compañeros y aprovechad la espera para repasar todo lo que queréis ver y hacer. Y si aún no lo habías hecho… Este es el momento ideal para poner en común vuestras preferencias y así evitar posibles motivos de disputa durante la aventura. ¿Que uno quiere mucho museo y el otro no? Negociad y ¡disfrutad del viaje!

Busca wi-fi. Todos los aeropuertos tienen algún punto Wi-Fi abierto. Quizás no es el propio aeropuerto, pero seguro que algunos de los establecimientos sí. Si este es tu caso, tenlo en cuenta cuando te dispongas a poner en práctica el punto 2: tómate una copa y consigue Wi-Fi gratis, algo indispensable para llevar a cabo el siguiente punto.

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Engánchate a una serie. Y es que si no eres de los que dispone de infinitos datos en su móvil y, por tanto, puedes abusar de ellos, encontrar Wi-Fi será una bendición para así poder engancharte a alguna serie o peli. ¿Todavía no has visto la aclamada Stranger Things de Netflix, esa serie de tintes ochenteros de la que todo el mundo habla? Aprovecha. Son solo 8 capítulos a 50 minutos cada uno, así que tienes 7 largas horas para entretenerte. ¡Esperemos que no necesites tantas!

Que la espera al aeropuerto no te eche atrás. ¡Prepara ya tu viaje con Waynabox! Descubrirás una ciudad… ¡sorpresa! Que no conocerás hasta dos días antes de volar. ¿Te animas?

¡Viaja con Waynabox!

¿Podremos volver a subir líquidos al avión?

Parece que se ha hecho la luz para los viajeros que nos escapamos unos pocos días ligeros de equipaje para no facturar las maletas antes de subir al avión. ¡Desde Bruselas nos llega una esperanzadora noticia! La Comisión Europa ha escuchado las múltiples quejas de los clientes y planea levantar la restricción de líquidos en la maleta. El organismo está estudiando cómo optimizar el control de líquidos en los aeropuertos para que se pueda levantar la normativa actual.

¡Bien! Porque aunque parezca una tontería, no lo es, y desde que se impuso este reglamento el 6 de noviembre de 2006, más de uno nos hemos llevado las manos a la cabeza. Adiós a tener que comprar los kits de viaje de champú y gel de baño de menos de 100ml. Adiós a la búsqueda de muestrecitas de cosméticos que permitan seguir la rutina beauty fuera de casa. Adiós a invertir 3 euros en una agua en el aeropuerto.

¡Alabada sea la CE! Si todo el estudio llega a buen puerto, quizás el próximo año ya podremos viajar a Oporto y traernos todas las botellas que queramos de su famoso vino o visitar París y volver con un Chanel Nº5 a casa sin problema. Ahora ya tenemos más excusas para viajar. ¿Te animas a hacerlo con Waynabox?

TOP 9 Personajes de Aeropuerto

No importa si estás en Barajas o en El Prat. ¡La fauna autóctona de un aeropuerto, sorprendentemente, es la misma everywhere!

9 – El businessman: Dícese del hombre a un móvil pegado. Aderezado con americana y corbata (gafas de sol para los niveles más expertos), viaja solo y puede encontrarse sentado en la mesa de un Starbucks, ajeno todo lo que acontece a su alrededor, pero no a su iPad.

8 – La familia dramática: Han venido a despedir a alguien (normalmente al hijo o a la hija de turno), y están todos muy preocupados por el devenir de su pequeñ@. Resulta enternecedor ver los abrazos de despedida y alguna que otra lagrimilla, pero a veces se montan unas escenas…

7 – El instituto: Puede detectarse por el temblor del suelo cuando se aproximan. Vienen en legión, a paso firme, liderados por un apático profesor que no sabe la semanita que le espera… Es fin de curso, y por tanto toca ir a Londres, Roma o tal vez Praga -si el colegio es de pago-. Gritan bastante. Gritan mucho, qué diantres, y se desplazan siempre en esa ruidosa formación llamada “pelotón”, arrasando todo a su paso como los hunos. Si veis uno de esos grupos, !corred, insensatos!

6 – Los que duermen en el suelo: Así como no hay buena película sin palomitas, no hay aeropuerto que se precie sin estos simpáticos personajes. A saber cuántas horas llevarán allí. Sus rostros están cubiertos por sombreros, mientras permanecen apoyados contra una columna y un nido de mochilas. Cuenta la leyenda que algunos de ellos viven allí, como Tom Hanks en La Terminal.

5 – La encantadora y parlanchina señora: Y toca subir al avión, claro. ¿Y a quién tienes al lado…? Efectivamente, a una simpatiquísima señora mayor a quien le encanta el palique. Y posee semejante habilidad retórica que a veces no le hace falta ni interlocutor: ella sola se apaña. Al final, bajas de ese avión sabiendo más acerca de la vida de esa señora que de las vidas de tus mejores amigos.

4 – El crío que se sienta tras de ti: Ah, no hay nada tan conmovedor como el bello canto de un niño cuando lloriquea, y las patadas a la espalda de tu sillón que te mecen. Este señor y Stewie Griffin saben de qué va esto.

3 – El que aplaude al aterrizar: No hace falta decir mucho más. Se explica él solo.

2 – La pareja que luego te vuelves a encontrar: Es un fenómeno extrañamente común. En el vuelo de ida, has coincidido con una pareja en la que, por unas cosas u otras, has reparado. Pues luego, más tarde, mientras paseas distraído por tu ciudad destino, distingues dos cabezas entre la multitud… “Oye, ¿esos no son…?”. Sí, lo son. Y seguramente también te han visto a ti, aunque no crucéis palabra.

BONUS TRACK: Coincidir con ellos nuevamente en el vuelo de vuelta.

1 – Los que os reciben con carteles: ¿Acaso existe manera más sencilla de sacarte una sonrisa que esos grupos de gente que esperan a sus amigos a la llegada, armados con carteles, silbatos, camisetas a juego y cánticos? Son los tunos de los aeropuertos, los manifestantes del amor. Así sí da gusto volver. Así, uno baja del avión e, inequívocamente, puede decirse a sí mismo con una media sonrisa: “Estoy en casa”.

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