Síntomas de que eres adicto a viajar

Soy María y soy adicta a viajar.

Algo mueve a las personas a engancharse a todo tipo de cosas como al trabajo, alcohol, deporte o sexo. Si me preguntaran a mí diría que soy adicta a los viajes.  No soy la única, de hecho buscando información para organizar mis próximas escapadas he encontrado a muchos otros adictos a viajar que cuentan los síntomas que sienten de esta afición convertida en adicción.

Salir de la rutina, descubrir lugares nuevos, aprender idiomas, cultura… Muchas son los motivos que nos incitan a emprender un nuevo viaje, pero ¿qué síntomas indican que se te ha ido de las manos y te has vuelto adicto a viajar?

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  • Si ganaras la lotería invertirías el premio en una vuelta al mundo
  • Cuando alguien habla de jet lag sabes perfectamente a qué se refiere
  • El fondo de pantalla de tu ordenador o móvil es una foto de un lugar en el que has estado o al que planeas viajar
  • En tu cartera siempre hay monedas que no son del país en el que vives
  • Has planeado viajes que sabes que no puedes permitirte o que tardarás años en poder hacer realidad

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  • Conoces todos los buscadores de vuelos baratos de internet
  • Cuando te proponen un viaje lo último en lo que piensas son las 8 horas de avión
  • Lees más de una vez a la semana revistas y blogs de viajes
  • Tienes una lista de más de tres futuros lugares que visitar
  • Puedes dormir en aviones, trenes, coches o cualquier lugar sea la hora que sea

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  • Vivir en el mismo lugar toda la vida te suena a pesadilla
  • La mayor parte de tus ahorros los gastas en viajar
  • No sueñas con una gran boda, sueñas con una gran luna de miel
  • Has despertado alguna vez en un hotel sin saber dónde estabas
  • Tienes un mapa colgado en casa o algún objeto con dibujo de mapas

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  • Si te preguntan sobre tus hobbies lo primero que te viene a la mente es: viajar
  • Lavar tu ropa a mano o con champú no te parece ninguna locura
  • Has dormido más de una vez en un aeropuerto
  • El pasaporte es el mayor tesoro de todas tus posesiones personales
  • En tu Facebook tienes amigos de lugares lejanos y que escriben en lenguas que no entiendes

Empiezas a aficionarte a viajar durante las vacaciones, una vez al año, después viajas en cada puente y por último buscas excusas para viajar por lo menos una vez al mes, e incluso eso empieza a quedarse corto. Seguro que se os ocurren más síntomas que se repiten en todos los enganchados a los viajes, aunque ¿dejaremos alguna vez de ser adictos a viajar?

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¿Crees que también eres adicto a viajar? ¿Se te ocurre alguna otra característica común de los aficionados a los viajes?

Los 10 mandamientos del viajero espontáneo (VIII, IX y X)

La vida del viajero es dura. Por eso hemos elaborado una lista con los 10 mandamientos esenciales que todo buen Wayner debe tener en cuenta. Estate atento ;)

VIII. Abrazarás el optimismo como compañero de viaje

El optimismo viajará contigo (y con tu mochila o maleta). No te queda otra. Al menos no mientras seas un viajero espontáneo. Porque lanzarse a la aventura significa que las cosas no siempre van a salir como tenías pensado, y una vez llegado ese momento, ¿cómo vas a reaccionar? Si eres de los que se queda dando vueltas sobre los contratiempos en lugar de ver el lado bueno de las cosas, tenemos un pequeño consejo para ti.

En la vida, hay pocas cosas que dependen de ti pero, afortunadamente, la cara que pones ante las adversidades es una de ellas. ¡Sonríe! Después de todo, siempre podría ser peor (advertencia: después de decir esta frase aumentan exponencialmente las probabilidades de que empiece a llover).

IX. Romperás las reglas; crearás las tuyas propias. Y las romperás también

La célebre frase “I did it my way”, de Frank Sinatra, bien podría atribuírsele a este perro.

No hay nada como sentirse libre. Saber que tu próximo paso no tiene por qué ser en la misma dirección que el resto, y vivir cada día sintiendo la refrescante y poderosa sensación de que la decisión es siempre tuya. Seguir siempre lo establecido acaba resultando muuuy aburrido, y tú no estás hecho para eso.

Y lo mejor de todo: ni siquiera tienes que hacerte caso a ti mismo.

Y por último y más importante…

X. ¡No darás la brasa con las fotos del viaje a tu familia y amigos!

¡NOOOO!

Sí, el viaje ha sido genial. Y sí, tienes unas cuantas fotos molonas que lo certifican. Pero tus seres queridos no merecen ser sometidos a esa tortura.

Por supuesto que quieren saber que todo te ha ido bien y quieren ver fotos y algún que otro vídeo… Pero, por favor, abstente de elaborar ese PowerPoint con títulares Comic Sans, cortinillas de estrella y la canción de “Happy” de fondo. Puesto en práctica, no es tan guay como creías. Y desde luego no organices una reunión familiar para ello.

Pero no encojas los hombros. Muy, muy en el fondo (escondido bajo capas de buen gusto estético), es porque, como buen Wayner que eres, les das envidia 😉

Los 10 mandamientos del viajero espontáneo (VI y VII)

La vida del viajero es dura. Por eso hemos elaborado una lista con los 10 mandamientos esenciales que todo buen Wayner debe tener en cuenta. Estate atento ;)

VI. Las personas caben en una maleta

Alguien dijo una vez que somos las personas que se cruzan en nuestro camino. Podría ser. Lo que sí está claro es que todas y cada una de esas personas nos aportan algo -por pequeño que sea-, y es un algo intangible, algo que no puede ser medido. Y un viaje no es completo si nadie se ha cruzado en nuestro camino.

Sucede que hay personas que caben en apenas un equipaje de mano. “Lo esencial es invisible a los ojos“, predicaba El Principito, y esos esenciales invisibles que hemos vivido los vamos acumulando a lo largo de nuestros viajes. ¿Sino por qué crees que cuesta más cerrar la maleta al volver a casa? Es porque la hemos llenado de experiencias.

 

VII. No te mofarás de las costumbres ajenas

Es verdad. A veces cuesta. A veces incluso parece que te lo están pidiendo a gritos.

El hecho de que en Rusia sea común que dos varones se saluden con un beso en la boca, el clásico kilt escocés, el extraño magnetismo de los fineses hacia las saunas, la curiosa celebración de la Pascua checa, la incapacidad de los italianos de hablar sin mover las manos, el concurso de Miss Mafia en Hungría, el fútbol barro (tan popular en el norte de Europa)… ¿Y cómo olvidar la ya célebre carrera del queso rodante en Gloucester, Inglaterra?

Todas estas costumbres, manías, tradiciones y certámenes han dejado -y seguirán dejando- ojiplático a más de uno.

Pero, por raras que te parezcan, no te mofarás. Porque cuando sientas que el desconcierto se apodera de ti, te acordarás que en España celebramos La Tomatina, el Concurso de Lanzamiento de Huesos de Aceituna o que formamos torres humanas por diversión, entre muchas, muchas otras únicas rarezas. Y tan felices. Pues todos tenemos derecho a disfrutar de nuestro lado más friki (en el buen sentido).

Los 10 mandamientos del viajero espontáneo (IV y V)

La vida del viajero es dura. Por eso hemos elaborado una lista con los 10 mandamientos esenciales que todo buen Wayner debe tener en cuenta. Estate atento 😉

IV. No planearás (en exceso)

A estas alturas de la vida, ya deberías saber que los mejores planes son los que no se planean. Piensa en aquella noche que parecía que tú y tus amig@s estabais de apalanque, y al final acabó siendo un desmadre de proporciones épicas (ya se sabe: “una cosa llevó a la otra… me liaron…”). Pues eso, que hay que dejarse llevar un poco adonde sople el viento. Lo que empieza siendo como un “paseo tranquilito por el centro” puede acabar en la fiesta de cumpleaños de un magnate ruso en su yate, con Hamid -tu nuevo mejor amigo- y un simpático chimpancé que curra de mayordomo, entre otros.

O tal vez acabe siendo un paseo tranquilito por el centro. La cosa es no cerrarse puertas, oiga.

V. No comprarás souvenirs cutrones

No lo hagas. Aunque en la tienda pareciese gracioso… No lo hagas.

Nadie querría compartir hogar con este inquietante ser.
Este perro tampoco parece especialmente feliz por existir. Él lo sabe.
Y desde luego, esto (sea lo que sea) no entra en el ideal de belleza de cualquier persona sana.

Los 10 mandamientos del viajero espontáneo (II y III)

La vida del viajero es dura. Por eso hemos elaborado una lista con los 10 mandamientos esenciales que todo buen Wayner debe tener en cuenta. Estate atento 😉

II. No usarás un mapa en vano

Porque perderse mola, y hay que aprender a perderse. Perderse más y perderse mejor. Curiosamente, las mejores formas de conocer un lugar no suelen implicar un mapa o un móvil. ¿Has oído eso de que perderse es la mejor manera de encontrarse? Pues también es la mejor manera de descubrir cosas nuevas. No desaproveches la oportunidad y (aunque suene mal) ¡piérdete!

Aclaración: Eso sí. Hay situaciones en las que es necesario echarle un ojo al mapa, no vaya a ser que te metas en un barrio chungo de noche y luego vayas diciendo por ahí que te lo hemos aconsejado nosotros.

III. No procrastinarás

Procrastinar (del latín: procrastinare) vtr. Posponer, aplazar, dejar para después.

Efectivamente, no procrastinarás. ¿Por qué viajar dentro de dos meses cuando puedes hacerlo mañana? Es más, ¿por qué viajar mañana cuando puedes hacerlo hoy? La pereza es un gran obstáculo para el viajero, pues le impide ver lo sencillo que es coger una maleta y salir a ver mundo. En serio, es que está ‘chupao’. ¡Hoy es el día!

En Wayna solo tenemos tres archienemigos: la pereza, el aburrimiento y el que inventó las asas extensibles de las maletas y que siempre se quedan atascadas. Así que no les apoyes, no contribuyas a hacer del mundo un lugar peor. Di no a las maletas cutres.

Los 10 mandamientos del viajero espontáneo (I)

La vida del viajero es dura. Por eso hemos elaborado una lista con los 10 mandamientos esenciales que todo buen Wayner debe tener en cuenta. Estate atento 😉

I. Amarás a tu mochila sobre todas las cosas

(O maleta, claro está). Básicamente porque es lo único que tienes. No te separarás de ella ni para ir al baño, especialmente cuando todavía no hayas llegado a tu hotel/hostal/apartamento/ habitación/banco del parque. Tu equipaje va a acabar suplicándote que hagas amigos, que necesita espacio y daros un tiempo, pero a ti eso te la trae al pairo, y proseguirás con tu incesante despliegue de amor hacia tus bártulos.

Lo que tu mochila no parece entender es que tu vida sin ella no tiene sentido. Ella es tu todo. Bien es cierto que alguna vez has mirado a otras mochilas, no lo vamos a negar, con sus espaldas acolchadas y sus bolsillos supletorios; pero tu mochila es tuya, y eso la hace única. Nadie juguetea nerviosamente con su cremallera como tú lo haces. Nadie entrelaza las piernas entre sus correas cuando está sentado como tú lo haces.

Y habéis vivido mil y una aventuras juntos, como aquella vez que ella desapareció repentinamente en el aeropuerto, y volvió a casa arrepentida semanas después, tras haber visto medio mundo. O cuando te salvó la vida en aquella excursión, amortiguando tu torpe caída de espaldas.

Tu mochila y tú habéis vivido muchas cosas, y por mucho que a veces sea un poco difícil convivir con ella, todavía os esperan grandes aventuras.