Cuando alguien piensa en Inglaterra, rápidamente le vienen a la mente ciudades como Londres, Manchester o Liverpool y a muy pocos les viene a la mente la que está considerada la segunda ciudad del país: Birmingham. Después de la capital inglesa, esta ciudad de la región del West Midlands goza de gran reputación: fue clave en la Revolución Industrial y eso le confiere ese aspecto de contraste tan característico suyo, y que nos recuerda a muchos escenarios de la zona, como Liverpool. Si tienes pensado pasarte por Birmingham -o bien ha sido el destino sorpresa de tu próximo Waynabox– toma nota de estas cinco cosas que hacer durante tu escapada:
1. Descubriendo The Bullring
Llegamos a Birmingham y… ¿nos recomendáis un centro comercial? Te gusten las compras o no, este espacio merece una oportunidad ¡y nos lo agradecerás! Inaugurado en 2004, el edificio The Bullring es una magna obra arquitectónica moderna, desarrollado por Future Systems, que sigue el movimiento de la “blobitectura”, que se basa en crear estructuras que simbolicen formas orgánicas que recuerden a las amebas. Todo su exterior está decorado co miles de discos metálicos reflectantes que crean un espectáculo lumínico precioso y que, según cuentan, se creó en inspiración a un vestido de Paco Rabanne. En su interior se alzan los grandes almacenes Selfridge y la escultura de un famoso toro que da nombre al edificio. ¡No os cortéis y tomaros un selfie con él!
2. Maratón de museos
Si lo tuyo es ir de museus y no te importa pasar todo un día saltando de uno a otro… ¡Birmingham es tu ciudad! De todos ellos, te detallamos los 5 mejor consideradors: el Birmingham Museum & Art Gallery, todo un edificio lleno de historia, historia natural y arquitectónica; The Museum of Jewellery, una historia de más de 250 años de orfebrería; Cadbury Worl, un museo de chocolate ideal para los amantes del dulce; Ikon Gallery, una famosa galería de arte contemporáneo; y el Soho House Museum, un espacio donde ver cómo era una auténtica y tradicional casa industrial.
3. Callejear entre edificios victorianos y caneles
A primera vista, Birmingham tiene un claro aspecto industrial, consecuencia de ser un motor económico durante la Revolución Industrial. Pero entre todas esas fachadas impersionales de las afueras, el corazón de la ciudad destaca por guardar un sinfín de bonitos edificios victorianos, eduardinos o neogóticos con mucha historia. Y es que aunque hoy conocemos Birmingham por su rol en la industrialización, entre los siglos XVIII, XIX y principios del XX vivió una época de esplendor en la que se levantador majestuosas construcciones, que podréis descubrir si os tomáis un paseo con calma por el centro. Callejead y descubrid hasta los detalles Art Decó que se diluyen.
¡Ah! Y aprovechad para daros una vuelta por sus canales: Birmingham tiene una de las redes de canales más grandes de Europa. De los más de 250km navegables que se crearon en 1768, hoy en día se mantienen 160km. ¿Damos un paseo?
4. La ruta fantasmagórica
Si te gusta pasar miedo, el Birmingham Ghost Walks es lo tuyo. Este tou guiado sigue los pasos de los fantasmas de la ciudad y es que bajo la superficie y el bullicio, se esconden un sinfín de historias escabrosas. Te llevará por lugares donde se esconden historias de la peste, asesinatos, ejecudiones y encantamientos varios. La visita guiada se realiza el tercer viernes de cada mes a partir de las 19h, saliendo desde Victoria Square, y tiene una duración de hora y media, aproximadamente.
5. Escapada a Warwick
Pasar un día en este bonito pueblo histórico, a 40 minutos de Birmingham, es una muy buen plan. Ubicado a orillas del río Avon, esta pintoresca población medieval destaca por su famoso castillo de Warwick, que año tras año atrae a un sinfín de turistas. Todo el pueblo guarda un estilo de arquitectura Tudor típico del siglo XVII y cada callejuela invita a deambular por ella, perderse y tomar muchas fotos. Os sentiréis como si hicierais un viaje en el tiempo. Desde en centro de Bimingham hay trenes regulares hasta Warwick.
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